Introducción
Barón de Chirel surge en 1986 a raíz de una elaboración experimental a partir de una selección de uva de viñas muy viejas de más de 40 años, de muy bajo rendimiento y gran calidad. De los resultados de esta prueba nace el que será precursor de los que podrían denominarse, vinos de la nueva era de Rioja. Este vino se produce de manera muy limitada en tan solo las grandes añadas, donde se expresan el carácter del viñedo, del suelo y de la variedad, entro de un conjunto armónico. A partir de la cosecha 1995, Riscal selecciona manualmente las uvas para este gran vino con la instalación de mesas de selección o “Trie”. Riscal es la primera bodega que introduce este sistema en España marcando un hito en la elaboración de vinos tintos de calidad.
Realiza la fermentación a una temperatura controlada de 26ºC y una maceración que no sobrepasa los 12 días. Hace la fermentación maloláctica en cubas de madera de 20.000 litros de capacidad y una posterior crianza de 20 meses en barricas bordelesas de roble americano. Tiene un periodo de afinamiento en botella de al menos un año antes de salir al mercado.
Atributos gustativos
Vino de color cereza oscuro, vivo, sin apenas signos de evolución. Intensidad aromática alta, donde destacan los tostados y especiados aportados por el roble francés, junto a notas de fruta negra madura. En boca es fresco y untuoso, con taninos suaves y pulidos donde la madera está muy poco presente. Complejo y elegante, con un final largo y equilibrado.
Variedades de uva:
Tempranillo 80%
Otras 20%
Grado: 14º
Acidez Total: 3,8
pH: 3,50
Azúcar residual: 1,9
Temperatura de servicio: entre 16º y 18ºC
Embotellado: Febrero 2009
Armonía: Este vino marida bien con jamón y quesos curados, carnes rojas, aves, guisos de caza, tales como perdiz, conejo, venado, jabalí o corzo, incluso condimentados con salsas especiadas.
Características climatológicas
Durante el otoño se produjeron abundantes precipitaciones que contrastaron con un invierno de escasa pluviometría.
Una primavera atípicamente calurosa hizo adelantar la brotación que se produjo el 1 de abril. Dicha estación transcurrió también con abundancia de precipitaciones exceptuando el mes de mayo, al que de nuevo le siguieron copiosas lluvias en junio en forma de tormentas, que hicieron extremar los cuidados para evitar la aparición de enfermedades.
Como consecuencia de esta meteorología el viñedo presentaba un adelanto aproximado de 20 días en su ciclo vegetativo que se mantuvo y tradujo en un inicio de vendimia temprano. El inicio de envero tuvo lugar en torno al 8 de julio. El verano presentó altibajos térmicos siendo julio y septiembre anormalmente calurosos y por el contrario agosto especialmente fresco. La vendimia comenzó el 12 de septiembre y la cosecha resultante presentó en general una muy buena sanidad, buenos parámetros de calidad con grados elevados y abundante producción. El ciclo vegetativo fue de 217 días.