La empresa Embutidos Artesanos Can Duran se creó el año 1946 en una tocinería de Centelles (Osona). Con el paso del tiempo, el establecimiento adquirió carácter propio y sus productos de elaboración artesanal se hicieron muy populares.
En 1990, Can Duran se trasladó a unas instalaciones nuevas en Vic, iniciando así su proceso de consolidación en España y su expansión por Europa, y pasando de ser un pequeño negocio de pueblo a una fábrica de nivel nacional.
En 2007, inauguró una nueva planta en Vic, con una superficie de 7.000 m2, que actualmente cuenta con un sistema de producción de tecnología punta, para mejorar así la calidad del producto final y garantizar la seguridad alimentaria.
Can Duran se caracteriza porque combina tradición y innovación. Sigue elaborando sus productos según las recetas familiares, pero ha incorporado la última tecnología en los procesos de producción para mejorar en calidad y en seguridad alimentaria.
Entre los rasgos principales del buen hacer, destaca una minuciosa selección de la carne fresca y una cuidadosa elaboración. Todos sus productos pasan por los controles más estrictos en el proceso de elaboración.
La empresa ha implantado los sistemas IFS y BRC de calidad.
Situada entre el mar y la montaña, Osona es una comarca ideal para la elaboración de embutidos. Tiene unas condiciones ambientales y climáticas que favorecen la elaboración de productos derivados del cerdo, como la tradicional longaniza de Vic, un producto que está amparado por la Indicación Geográfica Protegida (IGP).
Actualmente, la empresa dispone de unas modernas instalaciones en la población de Seva (Osona), que le permiten mantener la herencia artesana adaptada a los nuevos tiempos, sin renunciar a la calidad de los productos que Embutidos Artesanos Can Duran lleva ofreciendo a sus clientes a lo largo de los años, y utilizando para ello los mejores magros de cerdo y un proceso de curación totalmente en frío.
Todos los sistemas de trabajo de Can Duran se fundamentan en estrictos procesos de elaboración, que están certificados por el IFD (International Food Standard) y por la BRC (British Retail Consortium) de calidad. También cuenta, desde 2011, con la certificación inglesa RSPCA, que autentifica el uso de carne procedente de cerdos criados con criterios de bienestar animal.