F.- Posición líder en Europa. Y en España, ¿cuál es la posición de Lidl en nuestro país?
F. F.: Lidl Supermercados está presente en el mercado español desde 1994, año en el que abrió su primera tienda en la ciudad de Lleida.
Actualmente, Lidl tiene en España una plantilla de más de 9.500 empleados y cuenta con más de 525 tiendas ubicadas en la península, Baleares, Canarias, Ceuta y Melilla, tiendas que cada semana dan servicio a más de 2,8 millones de clientes.
Para el suministro de estas tiendas, Lidl dispone de ocho plataformas logísticas ubicadas en Barcelona, Valencia, Madrid, Sevilla, Málaga, A Coruña, Vitoria y Tenerife. En cuanto a las ventas, en el último ejercicio fiscal, Lidl facturó más de 2.300 millones de euros.
F: ¿Qué representa el mercado español en el total de Lidl?
F. F.: España es uno de los países con mayor presencia de Lidl en Europa y tiene mucha relevancia para el grupo tanto a nivel de ventas como por el volumen de clientes.
Un aspecto destacable del papel que juega Lidl España en el grupo es su capacidad de generar exportación de productos españoles a otros países del grupo, comercializándolos a través de la amplia red de tiendas que tiene Lidl distribuidas por todo el continente europeo.
Lidl tiene una política de desarrollo de proveedores nacionales que, expresada en cifras, supone un panel de más de 400 proveedores españoles con los que genera un volumen de negocio de más de 2.200 millones de euros. De estos, más de 1.000 son destinados a la
exportación. Cabe destacar las 700.000 toneladas de Frutas y Verduras que Lidl compra anualmente al sector hortofrutícola español y que representa una cifra de negocio de más de 1.200 millones de euros. Esto hace de Lidl el cliente con mayor facturación de la huerta española.
F: ¿Qué estrategia de aperturas siguen en nuestro país?
F. F.: No nos marcamos un objetivo concreto en lo que se refiere a nuestra estrategia de expansión. En los 18 años que Lidl lleva en España hemos abierto más de 525 tiendas y generado más de 9.500 puestos de trabajo, 900 de los cuales han sido creados desde 2008, a pesar de la difícil situación económica existente en estos años. En este sentido, nuestra intención en el futuro es seguir abriendo nuevos centros y nuevas plataformas logísticas y, por consiguiente, seguir generando empleo.
F: Lidl está presente en 26 países. Países diferentes entre sí. ¿Cómo se adapta la marca a cada mercado?
F. F.: En general, cualquier tienda Lidl estándar tiene una superficie de venta de entre 800 y 1.200 metros cuadrados. Si se incluyen el área destinada a almacén y dependencias y la zona de aparcamiento, en total este modelo de tienda requiere un solar de entre 4.000 y 7.000 metros cuadrados. Replicando este patrón de tienda conseguimos estandarizar los componentes y los procesos constructivos, optimizando de este modo los costes de implantación.
En cuanto al surtido, cada país lo adapta a la demanda existente. En ese sentido, cada país incorpora al surtido una amplia gama de productos locales propios con el objetivo de satisfacer las necesidades de sus clientes. Es más, dentro de cada país, es habitual que las tiendas de una determinada región ofrezcan productos típicos específicos de la zona que sin embargo no se están disponibles en el resto de tiendas.
F: En cuanto a vuestro sector, es cierto que detectamos que las cadenas de supermercados siguen abriendo nuevos locales y, muchos, siguen aumentando sus beneficios. ¿Dirías que se trata de un sector refugio en épocas de crisis?
F. F.: Partimos de la base que la crisis no favorece a nadie. Es cierto que en este contexto el factor precio se ha convertido en uno de los principales argumentos que determinan las decisiones de compra de muchas familias actualmente. Este hecho puede habernos ayudado a incorporar nuevos clientes. Sin embargo, Lidl viene experimentado un crecimiento sostenido tanto a nivel de tiendas como de número de clientes ya durante los años en los que la coyuntura económica no era tan complicada.
Entendemos que la buena evolución de la empresa se debe fundamentalmente a nuestro modelo de negocio y al esfuerzo diario de nuestros empleados, más que a la actual situación de crisis.
F: ¿Cuáles dirías que son las principales diferencias de Lidl con otras cadenas de supermercados?
F. F: Lo que nos diferencia de nuestros competidores y hace que podamos ofrecer los precios más bajos del mercado es precisamente nuestro modelo de negocio.
F: ¿Y cómo es este modelo de negocio, que os permite ofrecer esos precios tan reducidos?
F. F.: Está compuesto por cuatro pilares fundamentales:
- Unas compras centralizadas a nivel de grupo que posibilitan acuerdo muy favorables con nuestros proveedores y que repercutimos en nuestros precios finales de venta.
- La definición de un Surtido optimizado, eliminando duplicidades y ofreciendo únicamente los productos de mayor demanda, lo que se traduce en mayores volúmenes de negociación y una disminución de los costes.
- La continua simplificación de nuestros procesos internos con el objetivo de optimizar constantemente la cadena de valor que va desde el productor a nuestro cliente final.
- Eliminación de costes que no aportan valor añadido, como por ejemplo, la exposición de los artículos de mayor demanda en cajas/palets eliminando así tiempos de reposición de estos artículos en los lineales.
Adicionalmente, garantizamos la máxima calidad de nuestras marcas propias, que cumplen los estándares de calidad más exigentes, similares a los de las marcas de fabricante líderes del mercado.
F: ¿La compañía ha adoptado alguna medida para adaptarse a la situación económica actual?
F. F.: Con independencia de la situación económica general, el sector de la distribución alimentaría es un sector muy competitivo y obliga a todos los operadores a mejorar continuamente y tratar de ser siempre más eficientes. Por ello creemos que es fundamental seguir con rigor nuestro modelo de negocio.
F:¿Cómo explicas la fidelización de los clientes a vuestros supermercados al cliente?
F. F: Nuestro posicionamiento como la cadena de supermercados con los precios más bajos y que ofrece una mejor calidad-precio de mercado es clave. En estos momentos de difícil situación económica, nuestra clara apuesta por la relación calidad-precio permite a los consumidores reducir el gasto de la cesta de la compra sin renunciar a la calidad, lo que constituye un importante apoyo a la economía familiar.
El ahorro anual de las familias españolas puede ser de hasta 2.000 euros si se llena la cesta con marcas propias de Lidl. Esto, combinado con la garantía de que nuestras marcas cumplen con los requisitos de calidad más estrictos, hace que más de 2,8 millones de clientes españoles ya confíen en nosotros semana a semana. Nuestro objetivo es seguir afianzándonos en el mercado español, ganándonos cada vez la confianza de más consumidores.
F: Para terminar, ¿qué previsión de facturación tienen para este año?
F. F: En 2011, Lidl España facturó alrededor de 2.300 millones de euros. Para este ejercicio las perspectivas son las de tener un volumen de negocio similar o ligeramente superior al del año pasado.